Viictoria convierte el dolor en un espejismo sonoro con “Me Hace Falta”

Hay canciones que no solo se escuchan, se sienten como cicatrices abiertas. Así suena “Me Hace Falta”, el nuevo lamento dream pop de Viictoria, donde la nostalgia se convierte en bruma y el deseo en un eco infinito. Es un tema que retrata el tipo de amor que arrasa, duele y, aun así, se vuelve imposible de soltar.

Con melodías etéreas y un estribillo casi fantasmal, la canción envuelve en atmósferas densas que parecen creadas en una madrugada sin final. Es la postal sonora de un vínculo adictivo y destructivo, donde la plenitud y el vacío bailan juntos como si fueran la misma cosa.

Viictoria no le canta al destino: lo invoca. Desde Sonora hasta Guadalajara, la artista multidisciplinaria ha sabido transformar el caos en canciones, mezclando heridas abiertas con belleza emocional. Su voz no decora el dolor, lo desarma con honestidad brutal: “me dolió, pero lo extraño”.

“Me Hace Falta” vibra entre lo etéreo y lo visceral, entre lo místico y lo confesional. Es el tipo de tema que te arrastra a un lugar donde el amor es droga, el anhelo se vuelve vértigo y la vulnerabilidad se transforma en arte.

Más que un sencillo, es un espejo de la propia transformación de Viictoria: un viaje que habla de deseo, pérdida y duelo, todo bajo un filtro onírico que no deja indiferente a nadie. La artista confirma que la oscuridad también puede ser luminosa cuando se canta desde la entraña.

Si todavía no le has dado play a “Me Hace Falta”, estás a tiempo de sumergirte en su hechizo. Síguenos en todas las redes como @somosmusicaemergente, porque aquí amplificamos las voces que se atreven a convertir sus heridas en himnos.