Sergio O’Farrill: del escenario al cielo, un récord que desafía la gravedad
- Emmanuel Bravo
- 29 ago
- 2 Min. de lectura
Desde muy joven, Sergio O’Farrill aprendió que la vida puede vivirse con dos pasiones paralelas: una que lo llevó a los escenarios con Kabah, y otra, mucho más silenciosa pero igual de intensa, que lo impulsó a mirar hacia arriba, hacia el cielo abierto. A los 19 años descubrió el paracaidismo, una disciplina que lo atrapó con la misma fuerza con la que uno siente el vértigo de un salto al vacío. Desde entonces, cada caída libre fue también un ascenso personal, un camino que hoy lo coloca entre la élite mundial de un deporte donde los límites se miden en segundos y en la precisión de un movimiento colectivo.

El pasado 22 de agosto, Sergio volvió a escribir su nombre en la historia, esta vez desde Skydive Chicago, uno de los templos mundiales del paracaidismo. Ahí, junto con 173 atletas de élite provenientes de más de 25 países, se lanzó a más de 19 mil pies de altura para intentar algo que parecía imposible: formar una figura perfecta en el aire, invertidos, de cabeza, sosteniendo en apenas 60 segundos una imagen tan efímera como eterna, un gigantesco copo de nieve humano flotando en el viento.
No era su primera vez enfrentando un reto así. Con nueve récords mundiales previos, Sergio sabía que la perfección en el aire no llega fácil. El récord anterior databa de 2015 y consistía en 164 personas formando una figura vertical. Diez años después, y tras ocho intentos fallidos, la sincronía, el clima y la determinación se alinearon para lograr lo que parecía inalcanzable: 174 paracaidistas enlazados en perfecta armonía antes de abrir sus paracaídas al unísono.

“Nos tomó 10 años romper el récord mundial anterior y por el clima pensamos que no lo lograríamos”, confesó Sergio al bajar de aquel salto histórico. “Con solo 8 saltos de los 20 que se tenían planeados hicimos historia y cambiamos nuestras estrellas.” Sus palabras reflejan no solo la tensión vivida durante la jornada, sino la esencia misma del paracaidismo: un deporte donde la paciencia y la pasión vuelan juntas, desafiando siempre al tiempo y a la gravedad.
El récord, como explicó Rook Nelson, coorganizador y dueño de Skydive Chicago, no es solo un número en la historia: “Ver a tantas personas volando de cabeza en perfecta sincronía es una prueba de lo que es posible cuando superamos los límites”. Esa frase resume lo que este logro significa: no se trata únicamente de una figura en el aire, sino de un mensaje sobre la capacidad humana de desafiar fronteras y de inspirar a nuevas generaciones a elevarse, literal y metafóricamente, más allá de lo establecido.
Si quieres descubrir más historias que inspiran, que nos recuerdan que siempre hay un cielo abierto esperando a ser conquistado, sigue conectado a vbmedia.com.mx. Porque hay relatos que no solo se cuentan: se viven, se vuelan y se celebran juntos.
✦ Dale un giro a tu día: síguenos y encuentra la próxima historia que te hará mirar hacia arriba.
Comentarios