HONRAR A LOS PADRES
Mucha gente cree que honrar a los padres es un tipo de compensación por todos los años de cambiar pañales y pagar la educación. En realidad, este mandato divino fue dado a la generación que vagó 40 años en el desierto, donde Dios proveyó automáticamente todas las necesidades. Los padres no alimentaban a sus hijos, ellos tenían maná para comer. Los padres no proporcionaban ropa, la ropa crecía con ellos y no necesitaba ser lavada. Sin embargo, fue precisamente esta generación la que estuvo en el Monte Sinaí y oyó a Dios pronunciar, "Honra a tu padre y a tu madre".
Aprendemos de aquí algo asombroso: Este mandamiento de honrar a los padres no depende de lo que tus padres hicieron por ti, o incluso si fueron buenos padres. Más bien, respetamos a los padres, simplemente porque nos dieron el regalo de la vida.
Imagina que te estas ahogando y un desconocido llega y salva tu vida. Tú estarías siempre en deuda con esa persona. Tanto más debemos agradecer a nuestros padres que nos dieron la vida en primer lugar.
El libro de la ley enseña que hay tres socios en la formación de una persona: el padre, la madre y Dios. Si agradecemos a nuestros padres por el regalo de la vida, ¿cuánto más agradeceremos a Dios por la creación y el mantenimiento de todo el mundo? – por darnos aire para respirar, flores para oler y suelo para caminar.
Al honrar a aquello que nos trajo a la existencia, aprendemos a no suponer nada y desarrollamos apreciación por la bondad de los demás.
Honrar a los padres va más allá de simplemente "hacer favores".
Un elemento de este mandamiento es admirar a tus padres y considerar que son personas eminentes. Por ejemplo, si tú oyes a alguien hablar mal de tus padres, estás obligado a alzar la voz y defender su honor.
Aún más, debes hacer un esfuerzo específico para amar a tus padres, ¡Hasta el punto de desarrollar una admiración por ellos como si fueran héroes!
¿Cómo se consigue esto? La definición de amor es "el placer de identificar a las personas con sus virtudes". Debes tratar de descubrir las cualidades que hacen a tus padres extraordinarios. Cuanto más consciente estés de las virtudes de tus padres, más podrás apreciar, amar y honrarlos. (Sin embargo, incluso sin el desarrollo de este "amor", la obligación sigue siendo honrarlos).
Como recompensa por honrar a los padres, el libro de la ley promete larga vida. Una posible explicación es que el cuidado de los padres - sobre todo cuando son ancianos - puede consumir mucho tiempo. Así que Dios "compensa", por así decirlo, mediante la adición de más años en tu propia vida.
Como un bono adicional, cuando tus hijos te vean honrar a tus padres, ellos aprenderán de la importancia de este mandamiento. Esa es la recompensa cuando se trate de tu turno, cuando estés en el lugar actual de tus padres.
Es Cuanto.
Comments